Alfonso Reyes dijo de Goethe que si pecó por algo fue por querer aplicarlo todo al alcance de los sentidos, negándose a la mano oscura de la matemática o a las abstracciones filosóficas, y agregó: "nunca quiso pensar en el pensamiento, sino sólo en las cosas". Con su jugosa exposición, Alfonso Reyes nos pinta la existencia, obra y contorno del genio creador de Fausto.
Para evitar las celebraciones del falso milenio, en el año nuevo de 2000, el profesor Manuel Artigas y Monique, su acompañante, han decidido huir de París y refugiarse en las playas de Jalisco. Durante el viaje, Artigas se arrepentirá de varias cosas pero, sobre todo, de haber pronunciado, sin que nada salvo su nostalgia lo trajera a cuento, el nombre de Patricia. Con esa sola evocación queda atrapado en el relato de su propia vida y enganchado al recuento de sus amores como de una cifra insuficiente. Destino, fatalidad o simple naturaleza humana, el trayecto desemboca en un pueblo casi perdido donde Patricia había vivido con Josemaría –rudo pescador, personaje enigmático y pieza clave en este rompecabezas– un oscuro romance que es la antítesis de sus desencuentros con Manuel. Atrapado en la narración, el protagonista se ve impelido a resolver su propia historia ante los hechos. La realidad, sin embargo es insensible al ansia de saber.