Tlacaélel fue un sumo sacerdote que contribuyó, como ninguna otra figura, a que el Imperio azteca saliera de una etapa de decadencia y alcanzara su máximo esplendor. En esta fascinante novela, el autor rescata de las ruinas de nuestro pasado el relato sobre este líder que, además de ser un valiente guerrero, impulsó una reforma ideológica, educativa y religiosa, basada en promover entre los aztecas un apego