Elemento indispensable en la formación de toda persona culta sigue siendo hoy el conocimiento de las letras clásicas. El autor traza aquà un panorama de la literatura latina sin omitir nada esencial y dando una clara idea de las figuras y corrientes.
Narcotraficantes políticos,
delincuentes, empresarios y policías rinden el culto a la Santa Muerte, la
imagen de la muerte violenta, para que los proteja de sus enemigos y les
otorgue poder, impunidad y dinero. Durante una fiesta fantástica de 24 horas seguidas,
donde todo está permitido, hay quienes están dispuesto incluso a ofrecer
victimas para que sus deseos se cumplan .Los relatos que incluyen en este
volumen – que también incluye inventando el pasado, Una condición excepcional y
El país de los diablos – harán que el lector transite por mundos densos,
bizarros e inquietantes por el extremo parecido con el mundo que llamamos real.