Roland Barthes se propone descubrir una estructura en la existencia de Jules Michelet, es decir, desenmarañar la red de las obsesiones del historiador clásico francés, autor de obras ahora imprescindibles como Historia de Francia, La bruja, El pueblo, El insecto, entre muchas otras.En esa red de obsesiones de Michelet han quedado atrapados temas esenciales del devenir humano y del pensamiento, como la mujer, el sexo y el amor; la justicia, el pueblo y la revolución; la muerte y el sueño; la religión y la sangre, etcétera, pero dichos temas no son asumidos en forma abstracta por el historiador y su crítico, sino como florecimientos o pasiones en la vida y en la historia. Roland Barthes ha tejido también una red en esta obra y los fragmentos que recoge de Michelet logran componer de manera cabal el verdadero rostro del historiador.El riguroso método de Barthes hace de Michelet una auténtica creación que nos lleva apasionadamente al conocimiento profundo, en este caso de las ideas fijas que se apoderaron del espíritu de un gran historiador.
Daniel Desmarquest ha encontrado un hilo de oro que atraviesa toda la biografía de Kafka la presencia de las muchachas. Seguirlo le permite desplegar ante nosotros el tejido completo de su vida y de su obra. Kafka y las muchachas es un ensayo literario que toma de las novelas, de las cartas personales y del diario íntimo del autor praguense las pistas para descubrir esa figura redentora siempre presente, más allá de las mujeres reales que, quizá sin saberlo, desempeñaron para él ese papel. Desde la primera anotación de su diario, en la vida de Kafka aparece siempre una mujer joven a la que escribir cartas. Una muchacha que está lejos, en otra ciudad, mantenida cuidadosamente a una distancia que deja un espacio libre para la escritura, pero que, consecuentemente, se convierte en un peligro (para la escritura y, con ella, para la vida) si amenaza con acercarse. Este libro nos muestra la parte más enigmática de un escritor que encuentra su fuerza para escribir en los amores singulares Felice, la improbable prometida; Julie, la víctima; Milena, magnífica; Dora, la última compañera, y todas las que, como la desconocida del lago de Garda o su hermana y ángel guardián, Ottla, iluminaron un día su vida.