Entre 1954 y 1955, Cesare Zavattini trabajó en España con Luis G. Berlanga y Ricardo Muñoz Suay en la escritura de cuatro argumentos cinematográficos que por cuestiones de censura nunca se filmaron. En México, se desempeñó contratado por la compañía de Manuel Barbachano Ponce en tres tratamientos cinematográficos.