Roland Barthes se propone descubrir una estructura en la existencia de Jules Michelet, es decir, desenmarañar la red de las obsesiones del historiador clásico francés, autor de obras ahora imprescindibles como Historia de Francia, La bruja, El pueblo, El insecto, entre muchas otras.En esa red de obsesiones de Michelet han quedado atrapados temas esenciales del devenir humano y del pensamiento, como la mujer, el sexo y el amor; la justicia, el pueblo y la revolución; la muerte y el sueño; la religión y la sangre, etcétera, pero dichos temas no son asumidos en forma abstracta por el historiador y su crítico, sino como florecimientos o pasiones en la vida y en la historia. Roland Barthes ha tejido también una red en esta obra y los fragmentos que recoge de Michelet logran componer de manera cabal el verdadero rostro del historiador.El riguroso método de Barthes hace de Michelet una auténtica creación que nos lleva apasionadamente al conocimiento profundo, en este caso de las ideas fijas que se apoderaron del espíritu de un gran historiador.
Clara tiene nueve años y un cabello libre y suelto, que de nada vale cepillar y acomodar, porque siempre hace lo que quiere. Cierto día en que su mamá trata de domesticar su cabellera y la ayuda a peinarse, le descubre unas bolitas en el cuello. Ese descubrimiento da pie a análisis y revisiones médicas y, finalmente, a un diagnóstico que provoca grandes cambios en la vida de Clara, pero también en la de toda la familia.