Roland Barthes se propone descubrir una estructura en la existencia de Jules Michelet, es decir, desenmarañar la red de las obsesiones del historiador clásico francés, autor de obras ahora imprescindibles como Historia de Francia, La bruja, El pueblo, El insecto, entre muchas otras.En esa red de obsesiones de Michelet han quedado atrapados temas esenciales del devenir humano y del pensamiento, como la mujer, el sexo y el amor; la justicia, el pueblo y la revolución; la muerte y el sueño; la religión y la sangre, etcétera, pero dichos temas no son asumidos en forma abstracta por el historiador y su crítico, sino como florecimientos o pasiones en la vida y en la historia. Roland Barthes ha tejido también una red en esta obra y los fragmentos que recoge de Michelet logran componer de manera cabal el verdadero rostro del historiador.El riguroso método de Barthes hace de Michelet una auténtica creación que nos lleva apasionadamente al conocimiento profundo, en este caso de las ideas fijas que se apoderaron del espíritu de un gran historiador.
Firebelly, la sabia ranita protagonista de esta fábula, nos desafía a emprender un viaje al corazón del pensamiento.
Llena de dudas y con ansias de libertad, Firebelly emprenderá un viaje lleno de peripecias en el que conocerá a Caroline, una niña de 10 años cuyos padres van a divorciarse, y a Claire, una adolescente que despierta a la realidad de la vida adulta y el significado de la existencia.
Firebelly tendrá que decidir si «vivir salvaje y libre en el filo de la aventura, o a salvo y en seguridad, sin sentir miedo ni frío.» La relación entre la ranita y Claire nos conducirá a una poética historia que nos acercará a las ideas del existencialismo.
Son las decisiones difíciles a las que deben hacer frente los adolescentes en su etapa de crecimiento, de transformación en adultos.
Además, Michaels nos introduce en el libro de una manera muy original. Firebelly tiene tres introducciones: una para niños, otra para adolescentes y otra para adultos.