Elemento indispensable en la formación de toda persona culta sigue siendo hoy el conocimiento de las letras clásicas. El autor traza aquà un panorama de la literatura latina sin omitir nada esencial y dando una clara idea de las figuras y corrientes.
En la época virreinal, la escarpada sierra oaxaqueña era el escenario de la Villa Alta de San Ildefonso, un poblado que se distinguió por su refinada ebanistería. De la amorosa caricia de sus artesanos y de su nutrida fantasía nacieron los exquisitos baúles, arcones, escritorios y bufetillos que engalanaban los hogares novohispanos y que en esta edición invitan a la contemplación y al sueño.