Marc Slonim proporciona una admiorable introducción pqara los que se inician por los caminos de la novela, el cuento, el teato y la poesÃa rusos y un recordatorio vivificante para los viejos entusiastas de la gran riqueza de esta literatura y de sus más altos representantes.
En la época virreinal, la escarpada sierra oaxaqueña era el escenario de la Villa Alta de San Ildefonso, un poblado que se distinguió por su refinada ebanistería. De la amorosa caricia de sus artesanos y de su nutrida fantasía nacieron los exquisitos baúles, arcones, escritorios y bufetillos que engalanaban los hogares novohispanos y que en esta edición invitan a la contemplación y al sueño.