Marc Slonim proporciona una admiorable introducción pqara los que se inician por los caminos de la novela, el cuento, el teato y la poesÃa rusos y un recordatorio vivificante para los viejos entusiastas de la gran riqueza de esta literatura y de sus más altos representantes.
Desde el norte de Guanajuato hasta el sureste de Tlaxcala, los niños otomies se divierten jugando a las adivinanzas. Ellos hablan diferentes variantes de su lengua, pero en todas ellas existen acertijos por descifrar. Aquí encontraras algunos de ellos, traducidos a cinco tipos distintos de este musical idioma.