Roland Barthes se propone descubrir una estructura en la existencia de Jules Michelet, es decir, desenmarañar la red de las obsesiones del historiador clásico francés, autor de obras ahora imprescindibles como Historia de Francia, La bruja, El pueblo, El insecto, entre muchas otras.En esa red de obsesiones de Michelet han quedado atrapados temas esenciales del devenir humano y del pensamiento, como la mujer, el sexo y el amor; la justicia, el pueblo y la revolución; la muerte y el sueño; la religión y la sangre, etcétera, pero dichos temas no son asumidos en forma abstracta por el historiador y su crítico, sino como florecimientos o pasiones en la vida y en la historia. Roland Barthes ha tejido también una red en esta obra y los fragmentos que recoge de Michelet logran componer de manera cabal el verdadero rostro del historiador.El riguroso método de Barthes hace de Michelet una auténtica creación que nos lleva apasionadamente al conocimiento profundo, en este caso de las ideas fijas que se apoderaron del espíritu de un gran historiador.
Rana, la última obra publicada por Mo Yan y la primera de sus obras traducida por Kailas directamente del chino, ha causado una gran polémica en su país. El autor ha ido "a donde nadie más lo ha hecho en China: a demonizar la política del hijo único que aún rige en el país", explica el periódico Global Times.
Mo Yan, un gran maestro de la literatura universal, mantiene intacta su sorprendente capacidad para desafiar a la clase dirigente de su país sin ser encarcelado ni vejado. La política de planificación familiar en China ha sido durante mucho tiempo un tema que los escritores no se han atrevido a tocar en sus obras literarias.
Rana, el título, simboliza la multiplicación de la vida, ya que este anfibio tiene una enorme capacidad para reproducirse.
La novela presenta una visión única sobre la vida en la China rural desde la perspectiva de una médico de familia, una vez establecida la política de planificación familiar. El autor nos revela la lucha interna de esta médico entre someterse a las directrices políticas y mantener las bajas tasas de natalidad practicando métodos abortivos a mujeres embarazadas del segundo hijo, o a seguir a su corazón protegiendo a los niños y buscando la prevención de embarazos involuntarios.