Ensayos de homenaje en el primer centenario del nacimiento del filósofo español, que abordan diversos aspectos de la obra de Ortega. Los cuatro trabajos dibujan con rigor algunos de los horizontes centrales del quehacer filosófico hispánico en el mundo actual.
En Bella y oscura se cuenta la infancia vivida y soñada de una niña que viajará desde la soledad del orfanato hasta el marginal Barrio donde la acoge una singular familia: Doña Bárbara, su abuela, mujer de poderosa presencia; Amanda, su tía, de carácter débil, sometida a Segundo, un marido egoísta y pendenciero; Chico, su primo, taciturno observador y vigilante de la actividad del Barrio; y Airelai, «la katami», la diosa-niña, la enana que conserva la imaginación y la magia en un entorno cruel y marginal; y, finalmente, Máximo, el padre, el esperado, admirado por todos, agente de la liberación. Bella y oscura es el relato alegórico de lo que poseemos sin haber conquistado: la sabiduría de la infancia. Es la evocación de un tiempo pasado, solitario, fermento necesario de la libertad esperada.