Roland Barthes se propone descubrir una estructura en la existencia de Jules Michelet, es decir, desenmarañar la red de las obsesiones del historiador clásico francés, autor de obras ahora imprescindibles como Historia de Francia, La bruja, El pueblo, El insecto, entre muchas otras.En esa red de obsesiones de Michelet han quedado atrapados temas esenciales del devenir humano y del pensamiento, como la mujer, el sexo y el amor; la justicia, el pueblo y la revolución; la muerte y el sueño; la religión y la sangre, etcétera, pero dichos temas no son asumidos en forma abstracta por el historiador y su crítico, sino como florecimientos o pasiones en la vida y en la historia. Roland Barthes ha tejido también una red en esta obra y los fragmentos que recoge de Michelet logran componer de manera cabal el verdadero rostro del historiador.El riguroso método de Barthes hace de Michelet una auténtica creación que nos lleva apasionadamente al conocimiento profundo, en este caso de las ideas fijas que se apoderaron del espíritu de un gran historiador.
Irina y Lawrence son dos americanos que viven en Londres. Él es experto en relaciones internacionales. Ella ilustra libros para niños. Desde hace cinco años, el seis de julio, día del cumpleaños de su amigo Ramsey Acton, siempre cenan con él. Ramsey es un jugador profesional de snooker, que ha ganado mucho dinero con el juego. Y cuando llega el día del cumpleaños, Lawrence, ausente en un viaje de trabajo, insiste en que Irina salga a cenar con Ramsey y no rompan la tradición. Ella no tiene ningunas ganas, pero accede. E Irina descubre a un Ramsey que desconocía, y lo que iba a ser un encuentro inocuo se convierte en la divisoria de las aguas, en ese instante único en que la decisión que se tome cambia para siempre la vida.