Marc Slonim proporciona una admiorable introducción pqara los que se inician por los caminos de la novela, el cuento, el teato y la poesÃa rusos y un recordatorio vivificante para los viejos entusiastas de la gran riqueza de esta literatura y de sus más altos representantes.
Los Fantasamas no se repiten, a pesar de que su repertorio sea limitado. Aquí hemos preferido recorrer un tipo muy especial de fantasmas, evocados desde las máscaras más agitadase impenetrables de su tiempo. Quién mejor que la mujer del siglo XIX y comienzos del XX para narrarnos algunas historias escalofriantes sobre seres traslúcidos, invesibles inaudibles, impalpables, vaporosos, cuyos deseos, perfectamente legítimos, chocan una y otra vez contra una imposibilidad insalvable.