Ensayos de homenaje en el primer centenario del nacimiento del filósofo español, que abordan diversos aspectos de la obra de Ortega. Los cuatro trabajos dibujan con rigor algunos de los horizontes centrales del quehacer filosófico hispánico en el mundo actual.
Su nombre no habría pasado a la historia, de haber muerto en 1503; Rafael habría dejado una obra menor echa primero en Urbino, luego en Perugia. Pero en 1504 el joven pintor decidió trasladarse a Florencia para conocer lo que en esa ciudad se hacía. Ahí descubrió el camino que conduce al arte mayúsculo; ahí puedo ver las obras de dos grandes maestros: Leonardo da Vinci y Miguel Ángel Buonaroti.