Alfonso Reyes dijo de Goethe que si pecó por algo fue por querer aplicarlo todo al alcance de los sentidos, negándose a la mano oscura de la matemática o a las abstracciones filosóficas, y agregó: "nunca quiso pensar en el pensamiento, sino sólo en las cosas". Con su jugosa exposición, Alfonso Reyes nos pinta la existencia, obra y contorno del genio creador de Fausto.
Corre el año 1946. Una joven italiana, culta y políglota, llega a Estados Unidos para reencontrarse con su marido, un oficial norteamericano con el que se casó en Italia al final de la guerra. Viaja llena de ilusiones en un singularísimo barco repleto de esposas de otros soldados yanquis. La «anormalidad» de ese viaje anticipará ya los sorprendentes, y a veces infortunados, giros que va a dar su vida en cuanto llegue a tierra.
Oh, América dibuja de un modo tan divertido como lúcido una época fascinante y una nación tan grande como contradictoria, y lo hace a través de una voz (a ratos indecisa, a ratos segura de sí misma) que representa a toda esa generación de mujeres que se alzó sobre las ruinas de la Segunda Guerra Mundial. La mirada europea de la protagonista nos lleva de los altos rascacielos de Nueva York a la soleada California, de Reno a Hawái; y coloca a un sinfín de personajes bajo su implacable y a la vez comprensiva lupa: locutores de radio y actores, cowboys y millonarios, intelectuales y expatriados.
Marcella Olschki escribió tan sólo dos novelas (una combinación perfecta de humor y melancolía, de juventud y aventura), pero bastaron para convertirla en uno de los nombres más estimables de la literatura italiana del siglo XX. «Acción y reflexión» podría ser su lema.