El autor sostiene que la economÃa y la literatura tienen puntos de contacto y para demostrarlo aborda los siguientes temas: el origen histórico de la filosofÃa y del dinero acuñado, asà como la postulación bivalente que afirma que las palabras señalan cosas concretas y que el dinero implica la posibilidad de obtener bienes si aceptamos que la literatura es valorable.
Siglo XII. Mencía va a trabajar con doña Cristina Rodríguez, una de las hijas de Rodrigo Díaz de Vivar. Mencía es fuerte y dispuesta, aunque tiene un pequeño defecto: ha aprendido a leer y escribir. Sin embargo, ese defecto le va a venir muy bien a doña Cristina, pues necesita un escribiente que plasme las hazañas de su padre, el Cid Campeador.