Roland Barthes se propone descubrir una estructura en la existencia de Jules Michelet, es decir, desenmarañar la red de las obsesiones del historiador clásico francés, autor de obras ahora imprescindibles como Historia de Francia, La bruja, El pueblo, El insecto, entre muchas otras.En esa red de obsesiones de Michelet han quedado atrapados temas esenciales del devenir humano y del pensamiento, como la mujer, el sexo y el amor; la justicia, el pueblo y la revolución; la muerte y el sueño; la religión y la sangre, etcétera, pero dichos temas no son asumidos en forma abstracta por el historiador y su crítico, sino como florecimientos o pasiones en la vida y en la historia. Roland Barthes ha tejido también una red en esta obra y los fragmentos que recoge de Michelet logran componer de manera cabal el verdadero rostro del historiador.El riguroso método de Barthes hace de Michelet una auténtica creación que nos lleva apasionadamente al conocimiento profundo, en este caso de las ideas fijas que se apoderaron del espíritu de un gran historiador.
«Economía: La compra de un barril de whisky que uno no necesita por el precio de una vaca que uno no se puede permitir comprar.» «Resultado: Una clase particular de desencanto.» «Demagogo: Un rival político.» «De otra forma: No mejor.» Inspirado por la misma contemplación aséptica e implacable de la naturaleza y de la sociedad humanas, el Diccionario del Diablo es fruto de un constante trabajo que, sobre todo en su labor periodística, Ambrose Bierce (1842-1914?) fue alumbrando desde 1868 hasta 1911. Este libro singular, en el que la precisión quirúrgica de la expresión y la agudeza conceptual brillan con fuerza, conoció un éxito instantáneo, además de encontradas opiniones, desde el mismo momento de su publicación y es uno de los grandes libros satíricos de todos los tiempos.
Traducción de Aitor Ibarrola-Armendariz