Roland Barthes se propone descubrir una estructura en la existencia de Jules Michelet, es decir, desenmarañar la red de las obsesiones del historiador clásico francés, autor de obras ahora imprescindibles como Historia de Francia, La bruja, El pueblo, El insecto, entre muchas otras.En esa red de obsesiones de Michelet han quedado atrapados temas esenciales del devenir humano y del pensamiento, como la mujer, el sexo y el amor; la justicia, el pueblo y la revolución; la muerte y el sueño; la religión y la sangre, etcétera, pero dichos temas no son asumidos en forma abstracta por el historiador y su crítico, sino como florecimientos o pasiones en la vida y en la historia. Roland Barthes ha tejido también una red en esta obra y los fragmentos que recoge de Michelet logran componer de manera cabal el verdadero rostro del historiador.El riguroso método de Barthes hace de Michelet una auténtica creación que nos lleva apasionadamente al conocimiento profundo, en este caso de las ideas fijas que se apoderaron del espíritu de un gran historiador.
He aquí un mundo que pertenecería al
futuro si no se construyera con los temibles materiales del presente, con pesadillas sin tiempo, inagotables. La ciudad está rendida al imperio de una droga que se consumirá durante la fiesta del milenio. La vida es un territorio donde las pastillas de mamut
abren puertas que cierran caminos y hasta los éxitos fracasan poco a poco. Todos persiguen sueños en ruinas esas búsquedas dan forma a un relato ubicado en la mejor tradición de la intriga americana y alumbran la atmósfera más angustiosa e hipnótica hoy sometida a la avidez de los lectores.