En sus páginas encontramos a una travesti psicoanalista, una chica que se dice heredera de Marylin, un ciego que deja a su muerte un manuscrito misterioso, un escritor que padece el síndrome tan barcelonés (por vilamatiano) de Bartleby, un profeta que pierde dinero en los juegos de azar, una mujer experta en las nuevas teorías sexuales que, al parecer, se difunden en los hoteles belgas, un hombre enfermo de celos.