Marc Slonim proporciona una admiorable introducción pqara los que se inician por los caminos de la novela, el cuento, el teato y la poesÃa rusos y un recordatorio vivificante para los viejos entusiastas de la gran riqueza de esta literatura y de sus más altos representantes.
Acompaña a Santiago por un fantástico viaje al bosque de los dobraks, unos hombrecitos verdes para quienes la madera es importante ya que con ella han construido toda su aldea.