Elemento indispensable en la formación de toda persona culta sigue siendo hoy el conocimiento de las letras clásicas. El autor traza aquà un panorama de la literatura latina sin omitir nada esencial y dando una clara idea de las figuras y corrientes.
¿Pueden los más grandes, Bataille, Blanchot, Klossowski, salir indemnes del examen crítico que se impone ante tantos discursos? ¿Y dónde está Sade? ¿Qué dijo, qué escribió exactamente? Magistral y nueva introducción a una publicación general de Sade que quizá permita finalmente hacer el balance, la reflexión de Annie Le Brun, como un potente rayo láser, llega en el momento oportuno para liberar a Sade de todas esas palabras acumuladas sobre sus textos. Annie Le Brun lo descubre verdaderamente, y por primera vez podemos verlo bajo su propia luz.
Jean-Jacques Pauvert
Libro decisivo en la historia de la recepción de Sade, en primer lugar por lo que afirma de Sade, pero también porque nos ayuda a desprendernos de la última ola de comentarios ya autorizados aunque bajo la égida apenas velada del cristianismo: Pierre Klossowski, del hegelianismo: Maurice Blanchot o de un estructuralismo estetizante: Roland Barthes.
Jean Allouch