Marc Slonim proporciona una admiorable introducción pqara los que se inician por los caminos de la novela, el cuento, el teato y la poesÃa rusos y un recordatorio vivificante para los viejos entusiastas de la gran riqueza de esta literatura y de sus más altos representantes.
Hace mucho tiempo los gondoleros de Venecia eran los mejores cantantes del mundo. Pocos quedan que recuerden aquellos días y hayan oído sus gloriosas voces. Nadie sabe por qué un día los gondoleros enmudecieron. Nadie excepto S. Morgenstern, que nos cuenta la triste y noble historia de los sueños, frustraciones y triunfo de Luigi, el gondolero de la sonrisa bonachona.