Roland Barthes se propone descubrir una estructura en la existencia de Jules Michelet, es decir, desenmarañar la red de las obsesiones del historiador clásico francés, autor de obras ahora imprescindibles como Historia de Francia, La bruja, El pueblo, El insecto, entre muchas otras.En esa red de obsesiones de Michelet han quedado atrapados temas esenciales del devenir humano y del pensamiento, como la mujer, el sexo y el amor; la justicia, el pueblo y la revolución; la muerte y el sueño; la religión y la sangre, etcétera, pero dichos temas no son asumidos en forma abstracta por el historiador y su crítico, sino como florecimientos o pasiones en la vida y en la historia. Roland Barthes ha tejido también una red en esta obra y los fragmentos que recoge de Michelet logran componer de manera cabal el verdadero rostro del historiador.El riguroso método de Barthes hace de Michelet una auténtica creación que nos lleva apasionadamente al conocimiento profundo, en este caso de las ideas fijas que se apoderaron del espíritu de un gran historiador.
Potente, bella y misteriosa, la luna y su luz han inspirado a pintores, poetas, compositores y visionarios desde los albores de la historia. Pero hoy, en nuestro mundo cada vez más urbano, la luz eléctrica parece haberle arrebatado su poder. James Attlee nos invita a elevar la mirada al cielo nocturno y nos presenta un viaje en busca de la luz de la luna que empieza en su propio jardín y acaba llevándolo a lugares tan distantes como Normandía, Nápoles, Japón, Arizona, Gales, Siena o Las Vegas. En su itinerario mezcla la erudición histórica, artística y literaria con visitas a lugares en los que la luz de la luna todavía conserva su primacía.