Alfonso Reyes dijo de Goethe que si pecó por algo fue por querer aplicarlo todo al alcance de los sentidos, negándose a la mano oscura de la matemática o a las abstracciones filosóficas, y agregó: "nunca quiso pensar en el pensamiento, sino sólo en las cosas". Con su jugosa exposición, Alfonso Reyes nos pinta la existencia, obra y contorno del genio creador de Fausto.
En la primavera de 1832, décadas después de que la aristocracia francesa huyera de la Revolución, Flora, hija de emigrados, regresa de Inglaterra a Aquitania para volver a abrir Margelasse, el castillo de su familia. Nicolás Lomont, notario, de treinta años se enamora de ella nada más verla. Pero Flora no puede corresponderle, pues su corazón pertenece a otro. Es el propio Lomont quien, ya anciano, nos cuenta una historia de pasión y triángulos amorosos que casi le hizo perder la razón. Una tormenta inmóvil rebosa romanticismo y melancolía. Con una prosa de engañosa sencillez, Sagan construye, a su inimitable manera, una intriga a la vez elegante y cruel.