Roland Barthes se propone descubrir una estructura en la existencia de Jules Michelet, es decir, desenmarañar la red de las obsesiones del historiador clásico francés, autor de obras ahora imprescindibles como Historia de Francia, La bruja, El pueblo, El insecto, entre muchas otras.En esa red de obsesiones de Michelet han quedado atrapados temas esenciales del devenir humano y del pensamiento, como la mujer, el sexo y el amor; la justicia, el pueblo y la revolución; la muerte y el sueño; la religión y la sangre, etcétera, pero dichos temas no son asumidos en forma abstracta por el historiador y su crítico, sino como florecimientos o pasiones en la vida y en la historia. Roland Barthes ha tejido también una red en esta obra y los fragmentos que recoge de Michelet logran componer de manera cabal el verdadero rostro del historiador.El riguroso método de Barthes hace de Michelet una auténtica creación que nos lleva apasionadamente al conocimiento profundo, en este caso de las ideas fijas que se apoderaron del espíritu de un gran historiador.
Krpkruett necesita una guía. Un libro que engañe a millones de turistas para que acudan en masa. Klaus Goldkey es el hombre indicado para ese trabajo. En realidad no, pero es el único que acepta. Con esta premisa, Josep Busquet y Jorfe nos llevan de paseo otra vez a nuestro país (imaginario) favorito Krpkruett. Una aventura increíble, hilarante y totalmente surrealista en la que nos mostrarán los entresijos de cómo se creó la guía de viajes que ya tenemos todos en casa. Bienvenidos a Krpkruett nos ofrece un guión dinámico, lleno de situaciones tan ridículas como desternillantes y, como no podía ser menos, un gran sentido del humor. Siendo este último resaltado, aún más si cabe, por el característico dibujo de Jorfe. Una ilustración muy colorida y vibrante que transmite a la perfección el carácter de los ciudadanos de este peculiar país. La combinación perfecta de guión y dibujo da como resultado un cómic lleno de guiños hacia al lector que disfrutará con esta obra de principio a fin. ¡Ya sabes, reserva las vacaciones para visitar nuestra maravillosa Krpkruett!