Roland Barthes se propone descubrir una estructura en la existencia de Jules Michelet, es decir, desenmarañar la red de las obsesiones del historiador clásico francés, autor de obras ahora imprescindibles como Historia de Francia, La bruja, El pueblo, El insecto, entre muchas otras.En esa red de obsesiones de Michelet han quedado atrapados temas esenciales del devenir humano y del pensamiento, como la mujer, el sexo y el amor; la justicia, el pueblo y la revolución; la muerte y el sueño; la religión y la sangre, etcétera, pero dichos temas no son asumidos en forma abstracta por el historiador y su crítico, sino como florecimientos o pasiones en la vida y en la historia. Roland Barthes ha tejido también una red en esta obra y los fragmentos que recoge de Michelet logran componer de manera cabal el verdadero rostro del historiador.El riguroso método de Barthes hace de Michelet una auténtica creación que nos lleva apasionadamente al conocimiento profundo, en este caso de las ideas fijas que se apoderaron del espíritu de un gran historiador.
Dos colegas comparten apartamento en París. Uno quiere llegar a ser un escritor famoso; el otro se limita a pasarlo lo mejor posible. Ambos son expertos en la seducción de jóvenes hippies. Los dos relatos que componen este libro, Días Tranquilos en Chichy y Mara Marignan tienen una historia editorial bastante singular. Recién regresado a París en 1940 sin una moneda en el bolsillo, Miller aceptó el encargo que le hizo Barnet Runer de escribir a un dólar la página de novela erótica para un erotómano y coleccionista de Oklahoma. De ahí surgieron las primeras versiones de esta obra. Si Henry Miller fue capaz de ofrecer una imagen indeleble de Nueva York, en Trópico de Capricornio. Pero el hecho de establecerse luego en la Ciudad de la Luz le convirtió en un observador privilegiado de la vida parisina y a través de las juergas sexuales de sus amigos y compañeros de piso Joey (Miller) y Carl (Alfred Perlés), traza en este libro una espléndida imagen del París nocturno, protibulario y sórdido de 1933.