Alfonso Reyes dijo de Goethe que si pecó por algo fue por querer aplicarlo todo al alcance de los sentidos, negándose a la mano oscura de la matemática o a las abstracciones filosóficas, y agregó: "nunca quiso pensar en el pensamiento, sino sólo en las cosas". Con su jugosa exposición, Alfonso Reyes nos pinta la existencia, obra y contorno del genio creador de Fausto.
Qué queda de la noche transcurre en el París de 1897 y narra tres días de la vida de Cavafis, antes de convertirse en el gran poeta que conocemos. Esos días en la capital francesa nos muestran a un Cavafis sumido en una crisis existencial y se revelarán como un punto de inflexión, pues el poeta deberá elegir si seguir la difícil y solitaria senda de la creación y vencer las limitaciones personales, la incertidumbre ante un estilo que aún busca afirmarse, unido al tormento de ser homosexual y saberse y saberse incomprendido y al tiránico afecto de una madre que impide que pueda desarrollar y vivir su vida plenamente.