Roland Barthes se propone descubrir una estructura en la existencia de Jules Michelet, es decir, desenmarañar la red de las obsesiones del historiador clásico francés, autor de obras ahora imprescindibles como Historia de Francia, La bruja, El pueblo, El insecto, entre muchas otras.En esa red de obsesiones de Michelet han quedado atrapados temas esenciales del devenir humano y del pensamiento, como la mujer, el sexo y el amor; la justicia, el pueblo y la revolución; la muerte y el sueño; la religión y la sangre, etcétera, pero dichos temas no son asumidos en forma abstracta por el historiador y su crítico, sino como florecimientos o pasiones en la vida y en la historia. Roland Barthes ha tejido también una red en esta obra y los fragmentos que recoge de Michelet logran componer de manera cabal el verdadero rostro del historiador.El riguroso método de Barthes hace de Michelet una auténtica creación que nos lleva apasionadamente al conocimiento profundo, en este caso de las ideas fijas que se apoderaron del espíritu de un gran historiador.
Desde que sus padres murieron en un accidente, Jules se ha convertido en un niño que vive encerrado en su propio mundo siempre y cuando Alva, con su pelo rojo y sus gafas de concha, no se siente junto a él. Alva será su único gran amor, aunque ambos no acaben de encontrar el valor para decírselo. Sus destinos, marcados por una infancia difícil «que afecta como un enemigo invisible cuando menos se lo espera, se entrelazan con las de los hermanos de Jules. Ganadora del Premio de Literatura europeo en 2016, El fin de la soledad es una gran historia de amor que va más allá del amor que sienten sus protagonistas. Es amor por la escritura, el arte, la música, y, en última instancia, la vida. Una novela de aprendizaje de la mano de la joven estrella de la escena literaria alemana.