Bartleby no es una metáfora del escritor, ni el símbolo de nada. Es un texto violentamente cómico, y lo cómico siempre es literal. Es como una novela corta de Kleist, de Dostoievski, de Kafka o de Beckett, con las que conforma un linaje subterráneo y prestigioso. Solo quiere decir lo que dice, literalmente. Y lo que dice y reitera es preferiría no hacerlo, I would prefer not to. Es la fórmula de su gloria, y cada lector enamorado la repite a su vez