Escribir poemas, cuentos, novelas, crónicas, ensayos, piezas literarias que en pleno desacato de los géneros literarios se extravían y vivifican. Escribir por ejemplo obras caudalosas o muy breves; escribir desde la autobiografía desbordada o desde las revelaciones que desdeñan la confesión y le entregan a la escritura la pena de perderse o la dicha de hallarse (o al revés); escribir desde la ironía, la jactancia, el ánimo clásico; escribir a partir de los temas nacionales o de las experiencias comunes a todos; escribir desde la pasión por la técnica o, no sin preocupaciones, desde el arrebato de la inspiración.