El autor sostiene que la economÃa y la literatura tienen puntos de contacto y para demostrarlo aborda los siguientes temas: el origen histórico de la filosofÃa y del dinero acuñado, asà como la postulación bivalente que afirma que las palabras señalan cosas concretas y que el dinero implica la posibilidad de obtener bienes si aceptamos que la literatura es valorable.
Las palabras que construyen este libro son insurrectas, no resucitadas. En lenguas ancestrales, la poesía aquí reunida es nueva, una parte significativa escrita ya en el siglo XXI, otra a finales del xx, y sólo en pocos casos antes de 1980. Algo tan emocionante como el surgimiento de una nueva literatura en México -de hecho, un haz de nuevas literaturas con corpus propio- sigue pasando desapercibido para la cultura dominante, y cuando más, como curiosidad digna de cuota étnica. El actual momento proteico comienza después de 1980, y cobra impulso en la década siguiente. Hoy se escribe literatura, de manera sostenida y con frecuentes logros poéticos y expresivos, en distintas lenguas mexicanas, algunas más antiguas que el castellano, y bastante vivas en el siglo XXI.