Marc Slonim proporciona una admiorable introducción pqara los que se inician por los caminos de la novela, el cuento, el teato y la poesÃa rusos y un recordatorio vivificante para los viejos entusiastas de la gran riqueza de esta literatura y de sus más altos representantes.
Entre los años 1925 y 1930 Lampedusa mantuvo una nutrida y jocosa correspondencia con sus primos, Casimiro y Lucio Piccolo, en la que describió sus viajes por Europa: descubrió la belleza mítica de París, la sutil bondad de la admirada Londres