En el Zoológico, la acción se desarrolla en los últimos días de la caída de Berlín, en abril de 1945. Mediante una brillante metáfora, Grossman describe los efectos del fascismo en la vida de Alemania desde la perspectiva del anciano que cuida a los animales exhibidos en el zoológico y pone en evidencia la pérdida de las más elementales formas de libertad, el entronizamiento de la mentira y la conducta ovejuna a la que fueron sometidos los ciudadanos de la Alemania nazi.