Elemento indispensable en la formación de toda persona culta sigue siendo hoy el conocimiento de las letras clásicas. El autor traza aquà un panorama de la literatura latina sin omitir nada esencial y dando una clara idea de las figuras y corrientes.
La intuición propia de un policía para adivinar un delito, unida a la perseverancia de un cazador cuando persigue una buena pieza, parecen ser las dos facultades fundamentales que posee Hervás para resolver los enigmas que presenta el espacio que utilizó Goya en los años finales de su estancia en Madrid. Merece la pena leer y tener en cuenta sus conclusiones.