Roland Barthes se propone descubrir una estructura en la existencia de Jules Michelet, es decir, desenmarañar la red de las obsesiones del historiador clásico francés, autor de obras ahora imprescindibles como Historia de Francia, La bruja, El pueblo, El insecto, entre muchas otras.En esa red de obsesiones de Michelet han quedado atrapados temas esenciales del devenir humano y del pensamiento, como la mujer, el sexo y el amor; la justicia, el pueblo y la revolución; la muerte y el sueño; la religión y la sangre, etcétera, pero dichos temas no son asumidos en forma abstracta por el historiador y su crítico, sino como florecimientos o pasiones en la vida y en la historia. Roland Barthes ha tejido también una red en esta obra y los fragmentos que recoge de Michelet logran componer de manera cabal el verdadero rostro del historiador.El riguroso método de Barthes hace de Michelet una auténtica creación que nos lleva apasionadamente al conocimiento profundo, en este caso de las ideas fijas que se apoderaron del espíritu de un gran historiador.
Si nos preguntaran en la librería cuál es el mejor título para comenzar a leer a Julian Barnes, sin duda responderíamos que El loro de Flaubert. Aunque Barnes es un autor que ha ido creciendo literariamente con el paso de los años, esta su tercera novela contiene ya los ingredientes más destacados de su estilo. El protagonista, un médico viudo llamado Geoffrey Braithwaite, ha leído la obra completa de su autor favorito, Gustave Flaubert, y también la bibliografía escrita sobre él. Solo le queda, pues, conocer el entorno del escritor de Madame Bovary e indagar así, directamente, en su proceso de creación, en su vida amorosa. y en el loro que da título a la novela.