Alfonso Reyes dijo de Goethe que si pecó por algo fue por querer aplicarlo todo al alcance de los sentidos, negándose a la mano oscura de la matemática o a las abstracciones filosóficas, y agregó: "nunca quiso pensar en el pensamiento, sino sólo en las cosas". Con su jugosa exposición, Alfonso Reyes nos pinta la existencia, obra y contorno del genio creador de Fausto.
Ya que antología personal me parece un término que hay que reservar a los autores de probada trayectoria, prefiero ver La piel insomne como una suerte de director s cut, un ajuste de cuentas con ciertos escritos entre 1987 y 1993 y repartidos en tres libros. ¿Para qué reescribir? ¿Para qué enfrentarnos y luchar con ese otro que fuimos en una etapa anterior de nuestro proceso escritural? ¿Se altera el espíritu de los textos cuando los pasamos por el filtro del aprendizaje literario.