Roland Barthes se propone descubrir una estructura en la existencia de Jules Michelet, es decir, desenmarañar la red de las obsesiones del historiador clásico francés, autor de obras ahora imprescindibles como Historia de Francia, La bruja, El pueblo, El insecto, entre muchas otras.En esa red de obsesiones de Michelet han quedado atrapados temas esenciales del devenir humano y del pensamiento, como la mujer, el sexo y el amor; la justicia, el pueblo y la revolución; la muerte y el sueño; la religión y la sangre, etcétera, pero dichos temas no son asumidos en forma abstracta por el historiador y su crítico, sino como florecimientos o pasiones en la vida y en la historia. Roland Barthes ha tejido también una red en esta obra y los fragmentos que recoge de Michelet logran componer de manera cabal el verdadero rostro del historiador.El riguroso método de Barthes hace de Michelet una auténtica creación que nos lleva apasionadamente al conocimiento profundo, en este caso de las ideas fijas que se apoderaron del espíritu de un gran historiador.
Una noche, en lo más caluroso del verano, cuando casi ni se podía dormir y los habitantes de la pequeña aldea de Buenavida se abanicaban sin cesar, cayó de pronto una copiosa nevada que cubrió de blanco los campos en los que maduraba el trigo. Perdida en la remota región de los montes Balou y enclavada en el límite entre tres condados, Buenavida había existido felizmente durante siglos al margen de la sociedad; pero, tras siete días de tormenta de nieve, la sombra de la desgracia y el hambre aterrorizaba a sus habitantes. Pronto aparece un joven funcionario local con un plan que, no solo promete solucionar los problemas de Buenavida, sino conducir a todo el condado hacia un futuro glorioso. Para ello necesita solamente la colaboración de algunos de los peculiares habitantes de la aldea. Casi todos los bonavidenses sufren una minusvalía pero, al mismo tiempo, han desarrollado alguna habilidad excepcional y única. Si accedieran a formar una compañía de artes diestras y a actuar en las principales ciudades de la región, pronto dispondrían de dinero suficiente para recuperar las cosechas perdidas e incluso para comprar a Rusia el cuerpo de Lenin, instalarlo en un mausoleo en el corazón de los montes Balou y atraer así a millones de turistas.
La promesa de riqueza empujará a los habitantes de Buenavida hacia este delirante proyecto, reflejo de las contradicciones de una sociedad que vive a caballo entre el comunismo y el capitalismo más voraz.