El autor sostiene que la economÃa y la literatura tienen puntos de contacto y para demostrarlo aborda los siguientes temas: el origen histórico de la filosofÃa y del dinero acuñado, asà como la postulación bivalente que afirma que las palabras señalan cosas concretas y que el dinero implica la posibilidad de obtener bienes si aceptamos que la literatura es valorable.
Imagine que va por la calle, la misma calle por la que transita todos los días a la misma hora rumbo al trabajo o de regreso a su casa, y de repente se tropieza con un actor, una actriz, un mimo, un cantante o una malabarista que, sin pedirle permiso y ante su asombro, con sus arte de juglar le escenifica los titulares del día...