El autor sostiene que la economÃa y la literatura tienen puntos de contacto y para demostrarlo aborda los siguientes temas: el origen histórico de la filosofÃa y del dinero acuñado, asà como la postulación bivalente que afirma que las palabras señalan cosas concretas y que el dinero implica la posibilidad de obtener bienes si aceptamos que la literatura es valorable.
Al soldado se le ve casi siempre desde lejos: despersonalizado, en los desfiles. Cuando se habla de él, la mención toma la forma generalizada de heroicos Juanes. Lo mismo ocurría a principios de siglo cuando los pelones, soldados rasos, eran un mero decorado para que se lucieran los altos jefes entorchados de oro, tocados con un casco emplumado y graduados en las escuelas militares de Prusia. También se les temía: las órdenes que debían cumplir eran con frecuencia crueles.
Libros relacionados
Caballero de la Esperanza, El. Vida de Luís Carlos Prestes