Roland Barthes se propone descubrir una estructura en la existencia de Jules Michelet, es decir, desenmarañar la red de las obsesiones del historiador clásico francés, autor de obras ahora imprescindibles como Historia de Francia, La bruja, El pueblo, El insecto, entre muchas otras.En esa red de obsesiones de Michelet han quedado atrapados temas esenciales del devenir humano y del pensamiento, como la mujer, el sexo y el amor; la justicia, el pueblo y la revolución; la muerte y el sueño; la religión y la sangre, etcétera, pero dichos temas no son asumidos en forma abstracta por el historiador y su crítico, sino como florecimientos o pasiones en la vida y en la historia. Roland Barthes ha tejido también una red en esta obra y los fragmentos que recoge de Michelet logran componer de manera cabal el verdadero rostro del historiador.El riguroso método de Barthes hace de Michelet una auténtica creación que nos lleva apasionadamente al conocimiento profundo, en este caso de las ideas fijas que se apoderaron del espíritu de un gran historiador.
1521, el imperio azteca se derrumba. Tecuixpo, la hija favorita de Moctezuma, es hecha prisionera
por los conquistadores españoles, quienes son responsables de la muerte de su padre y la
sangrienta derrota de su pueblo. Ahora, bautizada como Isabel, se ve obligada a vivir según las
costumbres y la religión de sus captores. Inmersa en un mundo de intriga, traición y muerte, la vida
le tiene reservado un golpe final: su primera hija le será arrebatada por Hernán Cortés, el hombre al
que más odia. Décadas más tarde, Leonor, una joven huérfana y mestiza, tendrá que enfrentarse a
todos los que a su regreso a la Nueva España quieren mantenerla sometida para ocultarle la
extraordinaria herencia que le corresponde