Roland Barthes se propone descubrir una estructura en la existencia de Jules Michelet, es decir, desenmarañar la red de las obsesiones del historiador clásico francés, autor de obras ahora imprescindibles como Historia de Francia, La bruja, El pueblo, El insecto, entre muchas otras.En esa red de obsesiones de Michelet han quedado atrapados temas esenciales del devenir humano y del pensamiento, como la mujer, el sexo y el amor; la justicia, el pueblo y la revolución; la muerte y el sueño; la religión y la sangre, etcétera, pero dichos temas no son asumidos en forma abstracta por el historiador y su crítico, sino como florecimientos o pasiones en la vida y en la historia. Roland Barthes ha tejido también una red en esta obra y los fragmentos que recoge de Michelet logran componer de manera cabal el verdadero rostro del historiador.El riguroso método de Barthes hace de Michelet una auténtica creación que nos lleva apasionadamente al conocimiento profundo, en este caso de las ideas fijas que se apoderaron del espíritu de un gran historiador.
La ciudad de Salzburgo vive días frenéticos al inicio de su Festival. Por las calles, uno puede toparse con Cecilia Bartoli, Anna Netrebko y otras estrellas de la música. También anda por allí el joven mexicano Vian Maurer, sabedor de que es su última oportunidad para hacerse un hueco en el mundo de la ópera. De momento, solo ha conseguido un papel de figurante en Don Giovanni de Mozart. Pero no desfallece.
Vian admira a Mozart y lee todo lo que cae en sus manos. Con su amiga Julia, a la que conoció en los ensayos, recorre Salzburgo y descubre la magia de la ciudad de los festivales. Pero tiene que enfrentarse a las envidias y traiciones de los que quieren llegar a ser algo en el despiadado mundo del espectáculo, donde solo muy pocos pueden llegar a la cima y a un padre autoritario que acude a Salzburgo para traer de regreso a casa al hijo soñador.
Novela de un fracaso, pero también de la alegría de vivir, escrita por uno de los grandes tenores de nuestro tiempo y lector voraz, Amadeus en bicicleta es una llamada a perseguir los propios sueños. Con mucho humor y escenas inolvidables, Rolando Villazón crea un personaje al que solo se puede querer. A la vez que erige un homenaje al mejor compositor de todos los tiempos y a su ciudad natal.