Roland Barthes se propone descubrir una estructura en la existencia de Jules Michelet, es decir, desenmarañar la red de las obsesiones del historiador clásico francés, autor de obras ahora imprescindibles como Historia de Francia, La bruja, El pueblo, El insecto, entre muchas otras.En esa red de obsesiones de Michelet han quedado atrapados temas esenciales del devenir humano y del pensamiento, como la mujer, el sexo y el amor; la justicia, el pueblo y la revolución; la muerte y el sueño; la religión y la sangre, etcétera, pero dichos temas no son asumidos en forma abstracta por el historiador y su crítico, sino como florecimientos o pasiones en la vida y en la historia. Roland Barthes ha tejido también una red en esta obra y los fragmentos que recoge de Michelet logran componer de manera cabal el verdadero rostro del historiador.El riguroso método de Barthes hace de Michelet una auténtica creación que nos lleva apasionadamente al conocimiento profundo, en este caso de las ideas fijas que se apoderaron del espíritu de un gran historiador.
En 1986, el joven Christopher Knight abandonó su casa de Massachussetts para internarse en un bosque. Durante treinta años vivió aislado hasta que lo arrestaron por robar comida. Durmiendo en una tienda de campaña, sobrevivió gracias a su ingenio y valentía, desarrollando toda una serie de tácticas para almacenar agua y comida y evitar morir congelado. Robaba comida y elementos de primera necesidad de las cabañas cercanas al bosque, sembrando el terror en toda una comunidad que nunca fue capaz de resolver el misterio de los robos. Basándose en las entrevistas que le hizo al propio Knight, Finkel ofrece un relato detallado de la vida de este joven aventurero, así como de los retos a los que se tuvo que enfrentar al volver a vivir en sociedad.