Roland Barthes se propone descubrir una estructura en la existencia de Jules Michelet, es decir, desenmarañar la red de las obsesiones del historiador clásico francés, autor de obras ahora imprescindibles como Historia de Francia, La bruja, El pueblo, El insecto, entre muchas otras.En esa red de obsesiones de Michelet han quedado atrapados temas esenciales del devenir humano y del pensamiento, como la mujer, el sexo y el amor; la justicia, el pueblo y la revolución; la muerte y el sueño; la religión y la sangre, etcétera, pero dichos temas no son asumidos en forma abstracta por el historiador y su crítico, sino como florecimientos o pasiones en la vida y en la historia. Roland Barthes ha tejido también una red en esta obra y los fragmentos que recoge de Michelet logran componer de manera cabal el verdadero rostro del historiador.El riguroso método de Barthes hace de Michelet una auténtica creación que nos lleva apasionadamente al conocimiento profundo, en este caso de las ideas fijas que se apoderaron del espíritu de un gran historiador.
Y ahora me doy cuenta que el verdadero antecedente de Cien años de soledad es La hojarasca, y en el camino está El coronel no tiene quien le escriba, están los cuentos de Los funerales de Mamá Grande y está La mala hora», Gabriel García Márquez.
¿Dónde está el germen de Macondo? ¿Es posible hacer un viaje a la semilla y, una vez ahí, observar cómo se fue poblando este maravilloso universo antes de su célebre aparición en Cien años de soledad? A través de textos, relatos y novelas, que abarcan más de quince años de trabajo, esta antología nos revela la manera en que este mítico espacio fue modelándose en la mente del Nobel colombiano, a veces como un nombre en un cartel y otras como un pueblo vago y polvoriento. El trayecto arranca con sus relatos iniciales y sus «Apuntes para una novela», continúa con su primera novela, La hojarasca (1955), sigue con El coronel no tiene quien le escriba (1957) y Los funerales de Mamá Grande (1962), concluyendo con La mala hora (1966). Sin duda, este título es un justo homenaje al lugar más emblemático de la obra de Gabriel García Márquez y de la literatura universal.