Roland Barthes se propone descubrir una estructura en la existencia de Jules Michelet, es decir, desenmarañar la red de las obsesiones del historiador clásico francés, autor de obras ahora imprescindibles como Historia de Francia, La bruja, El pueblo, El insecto, entre muchas otras.En esa red de obsesiones de Michelet han quedado atrapados temas esenciales del devenir humano y del pensamiento, como la mujer, el sexo y el amor; la justicia, el pueblo y la revolución; la muerte y el sueño; la religión y la sangre, etcétera, pero dichos temas no son asumidos en forma abstracta por el historiador y su crítico, sino como florecimientos o pasiones en la vida y en la historia. Roland Barthes ha tejido también una red en esta obra y los fragmentos que recoge de Michelet logran componer de manera cabal el verdadero rostro del historiador.El riguroso método de Barthes hace de Michelet una auténtica creación que nos lleva apasionadamente al conocimiento profundo, en este caso de las ideas fijas que se apoderaron del espíritu de un gran historiador.
Esto no es una autobiografía, aunque contiene la mejor y la peor parte de la vida del autor. Es un libro escrito para guardar la memoria de la persona amada, Sara Torres Marrero, conocida como Pelo Cohete, con la que Fernando Savater compartió 35 años, toda una vida, de felicidad. Pero no estamos ante un elogio fúnebre porque el deseo de alargar la memoria, de engañar al olvido, acaba por devenir en un acto de agradecimiento, de amor.