Marc Slonim proporciona una admiorable introducción pqara los que se inician por los caminos de la novela, el cuento, el teato y la poesÃa rusos y un recordatorio vivificante para los viejos entusiastas de la gran riqueza de esta literatura y de sus más altos representantes.
En sus memorias, Eugene-François Vidocq dejó la base para que escritores como Edgar Allan Poe, Honoré de Balzac y Víctor Hugo crearan respectivamente a sus grandes detectives, la duplicidad del carácter de Vidocq, quien fue un criminal incidente y, a la vez, el primer director de seguridad nacional francesa, llevo a Víctor Hugo, padre del romanticismo francés, a dividir las características de aquel hombre en los dos protagonistas de su novela maestra Los miserables, obra que magníficamente retrata la Francia del siglo XIX.