Roland Barthes se propone descubrir una estructura en la existencia de Jules Michelet, es decir, desenmarañar la red de las obsesiones del historiador clásico francés, autor de obras ahora imprescindibles como Historia de Francia, La bruja, El pueblo, El insecto, entre muchas otras.En esa red de obsesiones de Michelet han quedado atrapados temas esenciales del devenir humano y del pensamiento, como la mujer, el sexo y el amor; la justicia, el pueblo y la revolución; la muerte y el sueño; la religión y la sangre, etcétera, pero dichos temas no son asumidos en forma abstracta por el historiador y su crítico, sino como florecimientos o pasiones en la vida y en la historia. Roland Barthes ha tejido también una red en esta obra y los fragmentos que recoge de Michelet logran componer de manera cabal el verdadero rostro del historiador.El riguroso método de Barthes hace de Michelet una auténtica creación que nos lleva apasionadamente al conocimiento profundo, en este caso de las ideas fijas que se apoderaron del espíritu de un gran historiador.
«Este niño tiene el corazón en forma de cabeza de lobo, un corazón oscuro como el de los asesinos». Así habló la vieja Anníca, quien poseía la facultad de ver en el interior de las personas, el día en el que conoció al pequeño Samuele. Marcello Fois narra en esta preciosa fábula mediterránea la vida de Samuele Stocchino, el llamado Tigre de Ogliastra, el bandolero más temido de Cerdeña, cuyas hazañas y crueldades han mantenido vivas la tradición oral sarda a lo largo de generaciones. A modo de coro griego, con varias voces narrativas que se entremezclan, vamos conociendo la leyenda del joven campesino, héroe malherido en la primera guerra mundial, hijo devoto y amante correspondido, a quien los abusos de los caciques locales hicieron despertar al lobo que llevaba dentro. La noche del 20 de enero de 1920, la luna llena fue testigo mudo de la mayor matanza que la isla recuerda. Mussolini, deseoso de cortar en seco el fenómeno del bandolerismo en Cerdeña, ofreció la más alta de las recompensas por la cabeza de Stocchino.