Roland Barthes se propone descubrir una estructura en la existencia de Jules Michelet, es decir, desenmarañar la red de las obsesiones del historiador clásico francés, autor de obras ahora imprescindibles como Historia de Francia, La bruja, El pueblo, El insecto, entre muchas otras.En esa red de obsesiones de Michelet han quedado atrapados temas esenciales del devenir humano y del pensamiento, como la mujer, el sexo y el amor; la justicia, el pueblo y la revolución; la muerte y el sueño; la religión y la sangre, etcétera, pero dichos temas no son asumidos en forma abstracta por el historiador y su crítico, sino como florecimientos o pasiones en la vida y en la historia. Roland Barthes ha tejido también una red en esta obra y los fragmentos que recoge de Michelet logran componer de manera cabal el verdadero rostro del historiador.El riguroso método de Barthes hace de Michelet una auténtica creación que nos lleva apasionadamente al conocimiento profundo, en este caso de las ideas fijas que se apoderaron del espíritu de un gran historiador.
Estamos ante la más famosa epopeya griega, junto con la Odisea, y uno de los textos fundamentales de la Antigüedad, que además, por el afecto que genera, es uno de los libros más leídos de la historia. Escrita supuestamente por Homero, la Ilíada narra los hechos más significativos acontecidos en los últimos tiempos de la guerra de Troya. La obra refleja la ira del bravo guerrero Aquiles, que se niega a pelear en la batalla porque Agamenón, el rey de reyes, ha decidido quedarse con Briseida, una doncella que le fue concedida a Aquiles como premio por sus hazañas. Sin su más célebre combatiente en el frente, y sin el resto de los soldados a sus órdenes, Grecia no tiene garantizada la victoria.