Alfonso Reyes dijo de Goethe que si pecó por algo fue por querer aplicarlo todo al alcance de los sentidos, negándose a la mano oscura de la matemática o a las abstracciones filosóficas, y agregó: "nunca quiso pensar en el pensamiento, sino sólo en las cosas". Con su jugosa exposición, Alfonso Reyes nos pinta la existencia, obra y contorno del genio creador de Fausto.
"Y la muerte no tendrá dominio", constituye una escritura híbrida -prosa poética, relato biográfico y texto de ficción- sobre el fenómeno de la muerte, en general y sobre la muerte de la madre de la autora, en particular. En este libro se nos hace partícipes, además, de una reflexión política y cultural sobre la tanatología contemporánea -que abarca de manera amplia la gestión de los cuerpos (muertos o vivos) y sus padecimientos- y sobre la asistencia social y la salud pública, en centros hospitalarios que lastran fallas del sistema. La obra, en este punto, describe el funcionamiento del Sistema de Salud como un laberinto cruel donde enfermos, familiares y deudos quedan supeditados a lógicas en extremo funcionales, carentes de afectividad. Otros temas abordados en "Y la muerte no tendrá dominio", son: la maternidad, el aborto y la forma de relación entre mujeres de distinta generación en el seno familiar; a saber, la trinidad: hija, madre, abuela.