Marc Slonim proporciona una admiorable introducción pqara los que se inician por los caminos de la novela, el cuento, el teato y la poesÃa rusos y un recordatorio vivificante para los viejos entusiastas de la gran riqueza de esta literatura y de sus más altos representantes.
Zweig escribió El mundo de ayer como quien construye una tabla de salvación . Sus memorias de un europeo , como se subtitula la obra , no son al busqueda proustiana de un mundo perdido , sino el reencuentro nostalgico con un mundo arrebatoado por la barbarie